lunes, 1 de septiembre de 2014
Finalidades educativas
Finalidades Educativas
¿QUÉ QUEREMOS?
El Colegio marista "Colón" de Huelva, dentro del respeto a la Constitución y a la conciencia de los componentes de la Comunidad Educativa, pretende proporcionar a sus alumnos y alumnas una educación integral, incluida la dimensión trascendente. En frase de Marcelino Champagnat, fundador de la institución que regenta este colegio, éste quiere ayudar a sus alumnos y alumnas a "ser buenos cristianos y honrados ciudadanos". Esta es la intención fundamental, y por ello, irrenunciable. Es la meta práctica que el Colegio se propone, a través de una serie de finalidades y principios educativos que pasamos a describir a continuación:
Finalidades Pedagógicas
Con objeto de hacer mas significativo el proceso de enseñanza-aprendizaje, nos proponemos trabajar por una educación personalizada, y por tanto, atender a la diversidad.
Por encima del aprender a saber el Colegio enseñará a aprender a ser, formando en valores y actitudes.
Optamos por una pedagogía abierta y flexible, que sea capaz de integrar en cada momento los avances de las ciencias padagógicas.
Consideramos el alumno/a como el principal protagonista de su proceso de aprendizaje y maduración.
Desarrollar al máximo las capacidades del alumno/a es una de las pretensiones del Colegio.
El colegio apuesta por la formación del sentido crítico, a nivel personal y colectivo
En el marco de su acción educativa, el Colegio ofrecerá espacios de tiempo y lugar para actividades de la educación explícita de la fe y anuncio de Jesús y de su evangelio
El Colegio se dotará de medios suficientes para que, sobre todo, a través del plan de acción tutorial y del Equipo de Orientación, los alumnos y alumnas tengan asegurada una orientación vocacional y profesional
Teniendo en cuenta que a largo plazo, el tipo de evaluación marcará el estilo formativo del Colegio, éste uniformará criterios en relación con la evaluación y promoción e irá dando pasos hacia la consolidación la evaluación formativa, como elemento básico para un aprendizaje más significativo.
Consideramos la sencillez -legado de Marcelino Champagnat- como un componente esencial de nuestras relaciones interescolares.
El Colegio marista "Colón" hace de la "presencia" del educador/a un medio de eficaz actuación pedagógica.
Tratamos de fomentar la laboriosidad, el trabajo bien hecho y la constancia.
Trabajamos para que las relaciones mutuas sean lo más parecidas a la vida de familia.
La cualidad de "maristas" hace que tomemos como referente en la tarea educativa a la Madre de Dios, María.
Proyectamos nuestro quehacer educativo más allá del aula, dedicando tiempo y efectivos humanos y económicos a las actividades extraescolar.
Finalidades Convivenciales
Nos comprometemos en la renovación de la sociedad para conseguir que ésta sea más humana y más justa.
Fomentamos la solidaridad y la contribución al bien común, en una doble proyección: por un lado, mirando al interior del colegio en una búsqueda del servicio (atención a los más necesitados/as), y por otro, mirando al exterior, sintiéndonos responsables de los problemas e injusticias que sufren los hombres.
Educamos para la valoración y servicio del entorno.
Educamos para dar sentido a la vida, razones para vivir y cuidar la salud y la influencia negativa sobre ella de ciertos hábitos frecuentes hoy día.
Potenciamos en la medida de nuestras posibilidades la unidad familiar, como elemento básico para una más fácil formación del alumno/a. Asimismo, tratamos de que en cada caso haya sintonía entre la línea educativa del Colegio y la de la familia.
Finalidades del ámbito educativo
El Colegio trata de formar en la participación como elemento indispensable para la corresponsabilidad.
El Colegio tratará de favorecer a aquellos alumnos y alumnas que encuentren mayores dificultades de aprendizaje o de adaptación.
El Colegio ofrecerá a los alumnos y alumnas posibilidades de participación, para fortalecer su madurez y responsabilidad.
El Colegio asumirá y pondrá en práctica con todas sus consecuencias (tiempo, dinero, ...) el plan de formación del profesorado.
Periódicamente la Comunidad Educativa reflexionará sobre su propia tarea educativa y docente, tomando como programa de dicha reflexión las finalidades y principios educativos propuestos en los apartados anteriores.
Valores de Maristas
-Nuestra metodología pedagógica se fundamenta en: presencia, sencillez, espíritu de familia, amor al trabajo y seguir el modelo de María.
-Nos preocupamos por los jóvenes personalmente.
-Nuestra relación con los jóvenes es auténtica y directa.
-Sencillez en el método: personalizado, práctico, basado en la vida real.
-En el ámbito escolar, se antepone nuestro espíritu de familia, atendiendo especialmente a los más desfavorecidos.
-Nuestra organización refleja nuestros valores: responsabilidad compartida y autonomía.
-En el marco escolar, nos caracteriza nuestro amor al trabajo ,iniciativa y decisión.
-Aplicamos una pedagogía del esfuerzo.
-La escuela marista es un lugar de aprendizaje, de vida, de evangelización. Como escuela, enseña a los alumnos "a aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos, a ser".
-Nuestras normas escolares propician un ambiente de serenidad y orden.
-Educamos en la solidaridad. Contribuimos mediante BecasChampagnat para atender a las familias de alumnos desfavorecidos.
-Contamos con planes de formación provincial y propios para una adecuada actualización docente.
-El centro cuenta con unas excelentes instalaciones deportivas y con horarios muy flexible.
-El centro cuenta con una Asociación de Padres de alumnos.
-Contamos con una Asociación de Antiguos Alumnos.
-Contamos con un amplio grupo de catequistas y monitores de jóvenes.
Marcelino Champagnat
El 12 de agosto de 1816 Marcelino Champagnat es nombrado vicario parroquial en el pueblo de La Valla-en-Gier, con una población de 2.000 habitantes dispersos en múltiples y lejanas aldeas por las faldas de la cadena de montañas del Pilat, en el Macizo Central. Inicia oficialmente su apostolado el día 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María. Pronto transforma totalmente la parroquia: predica, visita a los enfermos aún de las aldeas más alejadas, hace la catequesis a los niños, implanta la práctica del mes de María, distribuye libros para extender las buenas lecturas, combate el trabajo en domingo, las borracheras, los bailes.
El 28 de octubre, en la alejada aldea de Les Palais, asiste en su lecho de muerte al joven de 16 años Jean Bautiste Montagne. Es entonces cuando se da cuenta de que Jean Bautiste nunca ha oído hablar de Dios. Al día siguiente, cuando regresa para contarle sobre Dios, descubre que el joven ya falleció. Esto lo decide a poner en práctica inmediatamente su proyecto de Hermanos para la educación a través del adoctrinamiento infantil. Inicia con un ex granadero del ejército de Napoleón, Juan María Granjon, de 23 años, a quien el Padre debe enseñarle a leer. Al poco tiempo, se le añade Juan Bautista Audras, de 15 años, y el P. Marcelino los instala en una casita alquilada, luego comprada con la ayuda del P. Courveille. (Éste, vicario parroquial en Rive-de-Gier a pocos km de La Valla, lo visitaba con frecuencia, de acuerdo con la promesa de Fourvière).
Es el 2 de enero de 1817: fecha del nacimiento de la congregación de los Hermanos Maristas (Fréres Maristes). Champagnat les da el nombre de Hermanitos de María (Petits Fréres de Marie), en honor de la Sma. Virgen en quien ha depositado toda su confianza. En noviembre de 1818 funda la primera escuela en su pueblo natal, Marlhes. Y al año siguiente en su parroquia, La Valla. En adelante, los pedidos de nuevas fundaciones se harán tan perentorios, que en el lapso de 22 años, deja a su muerte 48 escuelas fundadas donde se educan unos 7.000 alumnos. María bendice igualmente su congregación con abundantes vocaciones. En el mismo lapso, Champagnat deja 280 Hermanos, más 49 que ya habían fallecido, y 92 que se había retirado.
En tan pocos años, Marcelino Champagnat se prodiga sin medida: forma a los Hermanos, religiosa y pedagógicamente, funda y visita las escuelas, construye cerca de Saint-Chamond el vasto noviciado de Notre Dame de L' Hermitage (trabajando personalmente como albañil y carpintero), atiende la administración de lo temporal (con grandes problemas financieros), gestiona ante las autoridades de París la aprobación legal de su Instituto, entrevista a obispos, sacerdotes, alcaldes y otras autoridades civiles para asentar sus fundaciones escolares. Esta febril actividad se une a su gran espíritu de mortificación: viaja a pie o a caballo, ayuna con frecuencia días enteros para poder celebrar la misa, reza de noche y lleva la contabilidad y la correspondencia después de que todos se retiran a descansar.

Historia
La presencia marista en Huelva tiene su origen en septiembre de 1933, cuando tres Hermanos (Tarsicio, Cipriano José y Darío) se establecen en la calle Daoíz, 2, con la misión de abrir a los niños de Huelva las aulas del colegio sito en calle Colón, 9.
Desde entonces, y pasando sucesivamente por las calles de San Andrés y Cantero Cuadrado, miles de alumnos han frecuentado este colegio Colón con el propósito de recibir una educación integral, fundamentada en una concepción cristiana de la persona, de la vida y del mundo, y siguiendo las directrices de la Iglesia Católica y con el deseo de hacer realidad la formación de "buenos cristianos y honrados ciudadanos".
En otro momento dedicaré mas espacio a este colegio que, por motivos personales, tanto bien y tantas alegrías nos ha dado y donde hemos encontrado unos Hermanos a los que estaremos unidos para siempre como una gran familia. Vaya desde aquí el recuerdo de algunos como: Hermano Juan Antonio, el Hermano José Ramos, siempre en nuestro recuerdo, Hermano Abel, Hermano Juan, Hermano José del Álamo, Hermano Esteban… y tantos otros de los que tendremos mas espacio en su momento

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